Opinión y Política

“La diferencia fundamental entre gasto e inversión es el retorno esperado de cada uno de ellos. Un gasto va destinado a satisfacer una necesidad o deseo;  si cubrimos necesidades en la actualidad, no esperamos obtener un rendimiento a posteriori. Por el contrario, una inversión se la hace con el ánimo de obtener una mayor rentabilidad o beneficio en el futuro, ya sea en unas semanas o hasta en décadas.” (Pedrosa, 2018)

De acuerdo con este postulado, podemos afirmar que cuando se acude al psicólogo, se realiza una inversión ya que se obtienen beneficios que se podrán evidenciar dependiendo del compromiso del paciente con su proceso de curación. Esta inversión permite solucionar problemas emocionales, psíquicos, pensamientos excesivos, malestares que han estado reprimidos o que por la pandemia han retornado; también esta situación anómala ha creado nuevos traumas.

Se piensa por lo general que la salud mental no se afecta y que los problemas, pérdidas, carencias, frustraciones etc., han sido solucionados pero la realidad puede ser distinta. Generalmente se acude a un profesional de salud mental cuando la persona se encuentra en una crisis pero atender esta área tan importante debería ser una prioridad, así como se busca atención a otras dolencias físicas. Actuar de forma preventiva permitirá solucionar ciertas anclas que se arrastran desde la infancia y que no se han hecho conscientes. 

Autor: Psic. Cl. Kevin Ubillús Echeverría.