Opinión y Política

La infraestructura férrea es un elemento importante para dinamizar la economía de los lugares por donde atraviesa, permitiendo a las poblaciones difundir su cultura, intercambiar mercancías y transportar a turistas y pasajeros, convirtiéndose en un eje de desarrollo esencial. Su bajo impacto ambiental es ideal para un mundo en donde el efecto invernadero hace cada vez más estragos en el clima y en la calidad de vida de los seres humanos que ven destruido su hábitat por la irresponsabilidad en el cuidado del medio ambiente y por privilegiar el uso de combustibles fósiles en la industria y el transporte.

Los primeros sistemas de transporte férreo aparecen en el Reino Unido en 1790, tirados por caballos, pero con la invención del motor a vapor las locomotoras eran las pioneras para posteriormente desarrollar trenes de transporte público y líneas de trenes interurbanos, modelos que se implementaron en los Estados Unidos.

En 1890 se inventaron en Suecia los ferrocarriles impulsados por electricidad, los cuales se replicaron en ciudades como Londres, Paris y México. El sistema de tranvía también llegó a las ciudades como medio de transporte público por excelencia, y fue implementado en ciudades como Quito y Guayaquil hasta comienzos del siglo veinte. Posteriormente el desarrollo del transporte terrestre a través de las autopistas y el transporte aéreo, debilitaron al ferrocarril como medio de transporte sobre todo en países en donde la planificación a largo plazo no era la cualidad de los gobiernos de turno. Es así como hoy podemos observar una infraestructura unificada y debidamente organizada en Europa a diferencia de los países latinoamericanos que no han podido diseñar un sistema férreo que perdure en el tiempo y que pueda unirse con otras naciones.

El famoso tren que se inauguró en el gobierno de Eloy Alfaro, con su triunfal llegada a la estación de Chimbacalle el 25 de junio de 1908, suponía el inicio de una época de oro para unir la sierra y la costa ecuatoriana y por lo mismo el desarrollo económico que una obra de esta magnitud representaba. Pero por falta de visión y muchos factores políticos y económicos quedó abandonada y solo ciertos vagones y las líneas por donde pasaba el ferrocarril permanecieron como testimonio de su existencia.

Algunas rutas del tren fueron habilitadas durante algún tiempo por operadoras turísticas, y los diferentes gobiernos no se interesaron por impulsar este proyecto con un criterio técnico y económico adecuado. En el año 2012, el gobierno del ex presidente Rafael Correa rehabilitó 500 kilómetros de las vías del tren con propósitos únicamente turísticos, lo cual no hizo rentable su operación. En el pasado gobierno de Lenin Moreno, la incapacidad de sostener el funcionamiento del Tren Ecuador debido a la crisis económica agravada por la pandemia del Covid-19, dio como resultado la liquidación de la empresa, generando decepción y críticas por parte de varios sectores por no haber podido administrar este modelo de transporte emblemático en nuestra historia y trascendental para reactivar la economía con un modelo bien concebido y con criterios administrativos responsables libre de clientelismos políticos y de la tan dañina corrupción que lamentablemente medró de los abundantes recursos que llegaron al país en el segundo boom petrolero de nuestra historia. Irónicamente el tren que debió fortalecerse y mejorar de forma integral para llegar a todo el país, desapareció y está esperando nuevas iniciativas que apuntan a revitalizarlo y unir nuevas rutas. Las nuevas propuestas se enfocan en un transporte concebido no solo para turismo sino para carga y pasajeros con el fin de  darle justamente rentabilidad a la operación. Es pertinente mencionar que ha  habido propuestas interesantes como la iniciativa del tren binacional Colombia-Ecuador presentada en varias importantes entidades tanto públicas como privadas en el año 2015, liderada por el arquitecto colombiano Francisco Melo y apoyada por otros profesionales tanto del departamento de Nariño como por expertos ecuatorianos que transformaría a la zona de frontera en un polo de desarrollo, pero la buena acogida a este planteamiento se vio frenada por la recesión económica que ya comenzaba en ese entonces.

En este último gobierno también fue anunciado el proyecto del tren playero, que saldría de Daule hacia Posorja, pasando por Nobol y Guayaquil en su primera fase y con proyección a Playas, Engabao, Chanduy, Ancón, Salinas, Punta Blanca, Ayangue, Montañita, PuertoLópez, San Lorenzo, hasta llegar a Manta. Sin embargo éste y otros proyectos de alto impacto fueron reclasificados debido a la pandemia y a la crisis económica y a pesar de que se recibieron ofertas, el proceso se declaró desierto, según detalla un reportaje del periódico digital Primicias con fecha 5 de agosto del 2020.

El actual gobierno del presidente Guillermo Lasso se ha comprometido a rehabilitar el tren a través del flamante Ministro de Transporte, Niels Olsen  y se conoce que hay empresas internacionales interesadas en su operación, lo cual sería muy positivo en la coyuntura actual. El Ecuador podría convertirse, según varios analistas, en un país que sea atractivo para la inversión extranjera tomando en cuenta el entorno latinoamericano y sobre todo el de nuestros países vecinos que en el caso del Perú, ha elegido un gobierno de extrema izquierda, y Colombia, con una crisis social que podría inclinar el péndulo hacia un gobierno de la misma tendencia que por sus afinidades con el llamado Foro de Sao Paulo, alejarían las preferencias de capitales de inversión. Desde luego, hay que trabajar de forma paralela y sostenida en  reconstruir y fortalecer la institucionalidad, tan resquebrajada en la última década, garantizar la seguridad jurídica y diseñar un entorno favorable para que esto se cristalice y haya un impulso contundente hacia la economía, la producción y el empleo.

Tren Crucero 2019

LAS PROPUESTAS

Corpei Consulting presentó recientemente el tren multipropósito, cuya gerente, Lourdes Luque, ha trabajado ahí durante once años diseñando proyectos de desarrollo. Tiene una importante trayectoria de treinta años dedicada a la actividad empresarial y enorganizaciones sin fines de lucro, manejó la Fundación Huancavilca, Fundación Natura/ Capitulo Guayaquil, entre otras importantes organizaciones. Fue también ministra de Ambiente en el gobierno de Gustavo Noboa, dirigió la CEDEGE, entidad que realizaba estudios de la provincia del Guayas y su zona de influencia. Desde la Corpei consideran que la competitividad se fortalecería con un tren dedicado a transporte de carga, sin obviar tampoco al transporte de pasajeros y turístico, de ahí el nombre que escogieron. Mencionó que uno de los problemas que tienen los productos de exportación ecuatorianos es que son más caros porque carecen de una estructura organizada de logística, por lo que hay problemas de transporte y acceso a los puertos para ser enviados al mercado internacional. Actualmente en el sur del Ecuador se produce minería para exportación en la provincia de Zamora Chinchipe, pero el gran problema es transportar esa carga pesada hacia Puerto Bolívar para ser enviada al exterior. Cree entonces que el tren sería una solución adecuada para esto pues las vías que existen actualmente están diseñadas para transporte ligero y hay puentes que se han visto afectados por el peso de estos productos mineros dejando aislada a la población. 

Relató que en el gobierno de Rafael Correa se encargó un estudio a la oficina de Cooperación Técnica Alemana, quienes propusieron un tren eléctrico que vaya de frontera norte a frontera sur siguiendo la actual línea férrea, es decir por los Andes, pero con ejes transversales que conectarían con tres puertos: Esmeraldas, Guayaquil y Bolívar. De esta forma cualquier producto de exportación podría llegar a los puertos con una misma frecuencia, costo y no contaminación que es lo que ofrecería el tren multipropósito. Los estudios realizados son muy específicos y creen que el presidente Lasso le va a dar prioridad a este proyecto a través del Ministerio de Turismo y Ministerio de Obras Públicas que son los entes encargados. Ratificó que hay interés por parte de algunos inversionistas; se requiere sin embargo que la liquidación de la empresa Ferrocarriles del Ecuador llegue a su fin para proceder a convocar a una asociación público privada que se encargue de desarrollar esta obra.  

En cuanto a otras iniciativas de desarrollo férreo que se han presentado en otras regiones del país, manifestó que no hay competencia, pues los diferentes tramos podrían integrarse a la propuesta central que ellos plantean. Recalcó que es el gobierno el que debe buscar al operador adecuado pues esta es una infraestructura que le pertenece, el rol de la Corpei es ser un facilitador. Finalmente cree que el eje sur podría ser el primero en convocar la inversión extranjera debido al trabajo que se ha hecho con las autoridades de los diferentes territorios, y que el eje norte deberá manejarse en el mismo sentido, con un proceso participativo de las personas que tienen la competencia para esto. Concluyó mencionando que este proyecto debe ser manejado en términos prácticos de costo-beneficio económico con una rentabilidad adecuada para los inversionistas. Están dadas todas las condiciones para que esto pueda darse, resolviendo los temas pendientes que ya se han mencionado y posiblemente este proceso se haga por fases debido a que el costo es alto, solo el eje sur podría costar alrededor de siete mil millones de dólares. Hay empresas dedicadas a desarrollar la infraestructura férrea a lo largo de toda América, por ejemplo, el Tren Maya en México, en algunos países de Centroamérica, de igual forma en Colombia, en Perú, en Brasil hay siete proyectos de tren de carga, etc. Termina con una frase de su mentor, Marcel Laniado, que le decía: “Nadie le pide que invente nada, vaya y vea que están haciendo en otros países e implemente lo mejor en el nuestro”, y eso es lo que están haciendo. 

Por otro lado, existe la propuesta del Colectivo Tren del Norte, liderado por varios actores de la provincia de Imbabura que desean igualmente reactivar la ruta Ibarra-San Lorenzo.  Martha Jáuregui, vocera de este colectivo, en entrevista a diario “El Norte” de Ibarra,  rememoró la utilidad de este sistema de transporte desde Ibarra a San Lorenzo que se perdió por no tener rentabilidad al haber fijado un costo de pasaje muy barato, por ende no había como dar el mantenimiento adecuado al sistema férreo y se afectó también a la productividad, pues muchos negocios funcionaban por esta vía, declarada por algunos turistas como “la más hermosa del mundo”, la cual salía desde Quito hacia Ibarra y San Lorenzo. Manifestó que cuando se dio la liquidación de la empresa Ferrocarriles del Ecuador, la competencia pasó al Ministerio de Turismo por cuanto la operación del tren estaba únicamente enfocada a este sector, y que desgraciadamente en el anterior gobierno, que fue el que tomó la decisión, la ministra del ramo no consideró las iniciativas que ya se habían presentado para operar nuevamente. Expresó que hay una propuesta muy interesante por parte de una empresa extranjera interesada en rehabilitar la operación férrea que saldría desde San Lorenzo, atravesando la sierra y finalizaría en Puerto Bolívar, en el sur del país creando nueve puertos secos y beneficiando a las comunidades. Sería un transporte no solo turístico y de pasajeros, sino de carga pues es definitiva la conclusión de que es el elemento que le hace rentable a la operación. Esta inversión generaría más de 4.000 puestos de trabajo en los primeros seis meses, y en los seis años subsiguientes se calcula que serían 30.000 nuevas plazas vinculadas a este proyecto, que es lo que el país necesita.

Añadió que sería muy grande el impulso y la reactivación económica de toda la zona al desarrollar este proyecto; actualmente hay un 25% de la producción que no llega a venderse por lo que se reactivaría el comercio y se piensa coordinar con el transporte vial para que ellos sean los que hagan los viajes cortos y se permita al tren hacer los viajes largos. También han previsto que el tren brinde ayuda de recolección de basura a las poblaciones que lo requieran contribuyendo a la limpieza y a la eliminación de esos focos perjudiciales para la salud de los moradores. Adicionalmente el turismo comunitario también recibiría el impacto favorable de la operación férrea, generando el tan esperado dinamismo que es la base para la recuperación económica. Acotó que de igual forma están esperando a que se realice la liquidación de la empresa Ferrocarriles del Ecuador para poder participar en la licitación del gobierno. El componente social es un elemento clave para este proyecto, que contempla un desarrollo integral que pueda abarcar a todo el país.

El país ofrece sin duda muchas oportunidades para la inversión extranjera y el tren es una herramienta clave de desarrollo. Los colectivos sociales, los grupos empresariales, las comunidades se verían altamente beneficiadas con una mega obra como esta. La pregunta es: ¿le va a dar el  actual gobierno la importancia y la celeridad a este tema? ¿Se podrá imprimir velocidad al proceso de liquidación que está en curso y realizar una licitación  transparente luego de tantas irregularidades y corrupción en las obras de los anteriores gobiernos? Ojalá podamos ver este sueño hecho realidad, y que pueda transformarse en un legado para las futuras generaciones.

Tren Crucero en travesía