Opinión y Política

LA EXPERIENCIA DEL TREN MAYA

Carlos Barceló es el enlace territorial del tramo 1 del Tren Maya. Este emblemático proyecto que pretende unir a la Península de Yucatán interconectando los estados de Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo a través de 1.550 km de vías férreas ha realizado un exhaustivo trabajo de socialización con las comunidades de estas zonas, dialogando, escuchando sus necesidades. Se dialoga ellas sobre los beneficios que conlleva la construcción del Tren Maya, y se escucha las necesidades de la zona y la región a través de los beneficios que les va a otorgar el tren cuando ya esté en funcionamiento. Y es que es necesario conocer la experiencia exitosa de otros países, lejos de cualquier matiz político, para poder aplicarla en el nuestro, aprovechando la coyuntura de reactivación del tren en el Ecuador que ha anunciado el gobierno del Presidente Guillermo Lasso.

Carlos nos comenta que es FONATUR (Fondo Nacional de Fomento al Turismo) quien se encarga del proyecto de desarrollo del Tren Maya porque es un proyecto integral, en el que las dependencias alinean sus políticas públicas en las regiones por donde pasará el Tren Maya, con la finalidad de fortalecer el desarrollo de estos lugares, capitalizando las bondades de un proyecto ferroviario con los servicios que incluye como son transporte de turistas, pasajeros y de carga.

 Se ha brindado mucha atención al proceso de vinculación con las comunidades debido a que el sureste mexicano salvo la Riviera Maya fue históricamente desatendido por los diferentes gobiernos a pesar de que es una zona que tiene muchas potencialidades.

En esa zona había un tren que estaba en funcionamiento desde 1950, transportaba esencialmente carga y dejó de hacerlo en agosto del 2020. Para unir todo el circuito que pasa por importantes ciudades como Palenque, Campeche, Mérida, Chichén-Itzá, Valladolid, Cancún, Playa del Carmen, Tulum, Bacalar, por mencionar algunas, se decidió emprender este gran proyecto que dará solución de infraestructura vial a este sector que ha carecido de ella.

Bajo este contexto, dice, comenzaron el trabajo en territorio. El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha impulsado este proyecto como parte de una visión de reactivación de la economía que ha sido un proceso planificado desde hace tiempo.

Menciona que el siguiente paso fue organizar equipos de trabajo en las múltiples localidades pues a medida que los diferentes tramos se iban licitando era necesario conocer a las comunidades de las zonas y establecer canales de comunicación con ellas. Esto es muy importante, porque cuando existen vacíos de información, alguien los llena. La comunicación con las comunidades debe ser estrecha, constante, justamente para evitar filtraciones, rumores, y diferentes situaciones que no son deseables para el desarrollo del trabajo en territorio. Ellas deben conocer que se les da información fiable de lo que se está haciendo, cómo se va avanzando, que conozcan el proyecto y los beneficios indirectos que se van a generar; la población de esta zona tenía mucha nostalgia por el tren que mencionó anteriormente. Hay que aprovechar entonces el conocimiento que tienen estas poblaciones de lo que significa el tren en la vida de las ciudades para proveerles de toda la información necesaria para que sepan que lo que van a obtener es mejor a lo que perdieron. Es necesario resaltar también la participación de las autoridades de los diferentes gobiernos federales que también han apoyado con políticas específicas de desarrollo. Un ejemplo de esto es el plan “Sembrando Vida”, que es la implementación de sistemas agroforestales para luchar contra la deforestación; la siembra de árboles frutales y de maderas preciosas que permita a los agricultores, a los dueños de fincas o ranchos desarrollar sus cultivos de corto, mediano y largo plazo y de esta forma incentivar su economía, que puedan solventar sus necesidades básicas. También han implementado el proyecto de relocalización de familias para ubicarlas en zonas seguras con un proceso de diálogo y concertación que son imperativos frente a los asentamientos irregulares y obtener el derecho de vía.

De esta forma capitalizaron el escenario que va a traer el tren como el transporte idóneo de los productos de la zona y también como elemento de ordenamiento territorial. Las comunidades entonces se conciben como parte importante de la planificación, como beneficiarias de servicios de calidad que este medio de transporte les va a ofrecer. Por lo tanto, deben aprovechar esta ventana de oportunidades que se les abre e integrarse a una nueva forma de convivencia, con esas ciudades sustentables que se van a crear alrededor del tren.

El potencial turístico que ya existe ha sido aprovechado y proyectado en este proyecto, por ejemplo de los 17 millones de turistas que llegan a Cancún, el tren les permitirá transportarse, conocer otros puntos y no concentrar los recursos únicamente ahí. Por tanto, ellos explican a esas comunidades esencialmente turísticas lo que se avecina para que ya se vayan preparando.

Manifiesta que han sido dos años de trabajo previo en las comunidades cercanas al tren informándoles permanentemente, en coordinación con las dependencias de gobierno como ya mencionó anteriormente.

Algo muy importante que hay que resaltar es el proceso de consulta indígena. Se coordinó entre tres dependencias del gobierno federal: la Secretaría de Gobernación, FONATUR y el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI). Este último organismo organizó quince asambleas entre los diferentes municipios y regiones para difundir la información pertinente entre las autoridades correspondientes, evaluando posibles afectaciones también para que tuvieran un panorama completo de cómo iba a avanzar la obra, solventando cualquier inquietud de forma presencial. Esto se hizo de forma simultánea en los cinco estados por donde pasa el tren. Luego se pasó a la fase consultiva en donde se obtuvo el 98% de aceptación por parte de las comunidades. Inmediatamente se instauró  comités de seguimiento con cada asamblea regional, para que ellos sean los que difundan la información que ellos les proveen. La comunicación es fluida y además hay reuniones de carácter trimestral para hacer los seguimientos y actualizaciones necesarios. Ratifica en que a mayor transparencia del proceso, se manejan de mejor forma las posibles objeciones que se puedan presentar.

En relación al proceso de adjudicación del proyecto señala que las concesiones del derecho de vía pertenecen al gobierno federal; como ya había un tren antes entonces se trabaja en gran parte sobre este derecho de vía. Las licitaciones son las que ganaron las empresas, pero para la construcción de todo el sistema férreo nuevo, se levantó la vía antigua y se está haciendo una nueva, incluso con un nuevo terraplén, para instalar vías modernas. Las empresas con experiencia en el sector ferroviario, que tuvieron capacidad técnica y cuyas propuestas económicas fueron las más convincentes, fueron las que ganaron las licitaciones. La pandemia también fue un problema que tuvieron que superar, pues modificó los tiempos previstos, pero están recuperando estos atrasos de la mejor manera.

Este emblemático Tren Maya va a estar terminado a finales del 2023, donde empezarán las pruebas operativas. Carlos Barceló manifiesta que van a seguir monitoreando a las comunidades, sus demandas y la evaluación de la dinámica socio-económica que el funcionamiento del proyecto les provea. Es decir, el trabajo no se acaba cuando el tren comience a funcionar, el entramado social es complejo y hay que atenderlo de la mejor manera. Se sigue planificando y aprendiendo en el camino, lo cual permite generar experiencia.

Finalmente, envía un saludo al Ecuador y espera que el tren se implemente con una visión integral y que desde luego se tome en cuenta a las comunidades como grupos de interés prioritarios aprovechando este testimonio que se ha llevado a cabo en México.