María Samaniego es arquitecta desde 1998, estudió en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central del Ecuador. Viene de una familia vinculada con el arte y la cultura por lo que desde pequeña le gustó el mundo del diseño, la creación de espacios y todo lo que implica esta carrera. Fundó su estudio profesional “arquitectura x” junto al Arq. Adrián Moreno que es su esposo. Han tenido una trayectoria exitosa, con proyectos publicados tanto a nivel nacional como internacional, han ganado algunos premios y su objetivo ahora frente al Colegio de Arquitectos de Pichincha es posicionar a esta institución como un referente para el apoyo a los profesionales y a los desafíos de la época que estamos viviendo.
En entrevista a Opinión y Política, la Arq. Samaniego compartió sus experiencias desde su ejercicio profesional impulsando una arquitectura sustentable promoviendo la implementación de sistemas constructivos ligeros que son más seguros en un país con una alta afectación sísmica y que además genera una construcción más sostenible y aprovechamiento de recursos. De igual forma ha hecho ejercicios académicos importantes, y promueve una actitud coherente de la arquitectura con el entorno, los paisajes, y por supuesto con las necesidades de las personas.
Respecto a su trabajo como Presidenta del Colegio de Arquitectos de Pichincha, dice que se incorporó al Directorio de este cuerpo colegiado para el periodo 2017-2019 y permaneció para el periodo del 2019-2021 en calidad de primera vocal principal. Fue la presidenta de La Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito en sus ediciones 2018 y 2020. Destaca el aprendizaje que obtuvo, así como la experiencia al organizar estos importantes eventos, los cuales traen al país 2000 participantes diarios por cinco días ( la última Bienal tuvo que ser virtual el 2020 debido a la pandemia y se desarrolló de forma exitosa), por lo que tiene mucha repercusión local e internacional.
Al conmemorarse cinco años del terremoto que asoló a Esmeraldas y Manabí, recuerda el aporte que hizo el Arquitecto japonés Shigeru Ban al recomendar una arquitectura ligera y flexible para las edificaciones del sector costero, sustentado por su experiencia en Japón, en donde los eventos sísmicos son recurrentes y por lo mismo han permitido desarrollar proyectos sismo resistentes innovadores para lograr salvar las vidas de las personas al afrontar estos fenómenos de la naturaleza. Manifiesta que en esa época, junto con un grupo de arquitectos, presentaron una propuesta de diseños de viviendas ‘no emergentes’ utilizando materiales apropiados y propios de la zona, que es flexible, para poder reconstruir en base a esto las zonas afectadas. La mala utilización de la arena para el hormigón, que en muchos casos es del mar, provocó la destrucción de las edificaciones y por ende la pérdida de vidas que es lo que se debió haber evitado al implementar también las normas de construcción que tampoco se respetan. El Colegio de Arquitectos hace un seguimiento de estos temas, pero el responsable de la normativa es el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI).

Adicionalmente, comenta que el CAE tuvo una importante iniciativa en el año 2018-2019 en el barrio La Roldós (ubicado en el noroccidente de Quito), en donde se hizo un reforzamiento estructural de viviendas vulnerables y una implementación de las condiciones mínimas de habitabilidad, es decir un mejoramiento emergente de estos lugares que han sido construidos de forma precaria y poder ayudar a que la comunidad mejore su hábitat. Están muy comprometidos como un ente que revisa el cumplimiento de la normativa de construcción.
Añade también que como Presidenta del DOCOMOMO (Documentación y Conservación del Movimiento Moderno), son parte de una mesa técnica de inventario del patrimonio moderno, por lo que están pendientes de ayudar para que se mantengan la integridad del edificio del Hotel Quito que erróneamente se pretenden demoler para construir otro tipo de edificación que atentaría contra el valor del patrimonio. Igualmente cuenta que en Portoviejo, el edificio en donde funcionaba el Ministerio de Agricultura es un elemento de la arquitectura moderna y se desarrollan acciones para resguardar este patrimonio que está a punto de colapsar. Cree que habría que concienciar a la ciudadanía a que sean protectores de nuestra arquitectura patrimonial que es parte de la memoria histórica.
Informó que el Museo de Archivo de Arquitectura del Ecuador (MAE), además de su objetivo principal de investigación y difusión de la historia de la arquitectura ecuatoriana, hace un trabajo de visibilización de las edificaciones que están en peligro de ser vulneradas. Asimismo se ha pensado hacer una campaña para promover herramientas para la utilización de estos edificios patrimoniales para que no se vuelvan piezas de museo sino que sean intervenidas y que el Municipio y Ministerio de Cultura den las posibilidades legales y de gestión para que este patrimonio edificado sea vivo y sea parte activa y dinámica de la ciudad.
Espera que a través del Consejo Técnico de Inventario de Patrimonio Moderno se puedan tomar decisiones con las nuevas autoridades en materia de cultura y patrimonio, las cuales se suspendieron por la constante rotación de las mismas. En cuanto al patrimonio del Centro Histórico, indicó que el Colegio de Arquitectos forma parte de la comisión de áreas históricas del Concejo en el Municipio y están activos y aportando con propuestas que mejoren y conserven nuestro legado.
Finalmente, manifiesta su compromiso al frente del Colegio de Arquitectos de Pichincha para velar por el desarrollo y las condiciones de trabajo para los profesionales del ramo, que en este momento atraviesan por una difícil situación. De igual forma, desea impulsar un urbanismo inclusivo, equitativo, con espacios para los peatones, ciclistas, áreas verdes que oxigenen y eviten el calor excesivo, generar alianzas o cooperación con otros entes colegiados del país y del exterior, etc. Para esto valora mucho al equipo de trabajo que le acompaña y agradece por su ayuda.
La visión enriquecedora de María Samaniego es posicionar al CAE como una voz técnica e idónea que sea referente para el desarrollo de nuestra hermosa ciudad.

Más historias
LUZ MELY REYES: “EL PERIODISMO NO HA PERDIDO SU ESENCIA”
ISRAEL Y ECUADOR JUNTOS POR LA CONSERVACIÓN EN LAS ISLAS GALÁPAGOS
LA DULZURA DE LA FRUTA AMAZÓNICA DE QUIJOS FRUT