Por: Psic. Cl. Kevin Ubillús Echeverría
Muchas veces tenemos un vínculo con personas cercanas que no nos hacen bien. Seguimos con ellas porque las estimamos o porque pertenecen al círculo familiar, pero ¿esto nos hace bien? Es una pregunta que vale la pena plantearse, ya que si alguien es “tóxico”, puede llegar hasta a envenenarnos la psiquis y ocasionarnos problemas emocionales.
Actualmente se habla mucho de la palabra “tóxico” y creo que se ha tergiversado su significado, ya que ahora todo puede llegar a calificarse así. Entonces ¿qué es ser “tóxico”? Es cuando alguien actúa de una manera inadecuada, pensando en su propio beneficio sin pensar si se hace un daño a los demás, causa discordia al toca temas sensibles sin tino, se deja llevar por emociones negativas como: envidia, enojo, odio, etc. Las malas acciones determinan las intenciones de las personas y es ahí donde podemos darnos cuenta que estamos frente a una persona conflictiva.
Pero estos vínculos que no suman, que hacen daño, que se benefician de la tolerancia ajena o que se imponen; se podrían cortar. Está bien alejarse, cortar y separarse… siempre y cuando sea para salvaguardar nuestro propio bien y nuestra salud integral. Es mejor no estar rodeado de gente tóxica, que estar sumergido en ambientes que no nos favorecen y que terminan contagiándonos de forma negativa.
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